Por 330€ te vas en barco durante cuatro días, con comidas incluidas, desde Puerto Natales a Puerto Montt. El trayecto es largo, casi un tercio del país, donde no hay otra opción que el barco, ya que en el sur la costa es todo montaña y no hay carreteras.
No hay nada mejor que pasarse la mañana de un miércoles de enero navegando entre glaciares, montañas, barcos hundidos e islas llenas de focas, calentito, cómodo y seco. En ese momento, con la tripa llena después del desayuno, estás tumbado en un sofá del salón del barco, el cual has movido para situarlo completamente pegado a una ventana, y estás leyendo un libro (Ana Karenina) mientras te vas quedando dormido.
En cuanto entras en un estado de relajación tan fuerte que notas que el libro se te empieza a escurrir de las manos abres los ojos, levantas la cabeza para apreciar mejor el paisaje y luego bostezas, te estiras como un gato y continuas leyendo preguntándote si hay algo mejor que hacer en el mundo un miércoles por la mañana.
