Llegada (al partido)

Ya han pasado unos días desde que llegué a Buenos Aires. Lo que se ven en la foto es lo que yo estoy viendo ahora mismo desde la ventana del salón de mi casa, un ático del barrio de Belgrano.

Llevo un rato pensando qué poner y creo que lo mejor va a ser que empiece con cualquier cosa, por ejemplo contando lo que hice al día siguiente de llegar.

El viernes me levanté con una sensación de agobio que me era familiar. Era la ansiedad por estar en un sitio extraño. Lo primero que pensé es que me había equivocado con un viaje tan largo. ¿Qué iba a hacer en cuatro meses? ¿Con qué iba a llenar el tiempo? No sabía ni lo que iba a hacer hoy.

Pablo y Unai iban a ver el partido de Argentina contra Bolivia, en un primer momento no tenía muchas ganas de ir pero empecé a imaginarme cosas raras como a gente hablando en foros sobre qué gol era mejor si el de Maradona contra Inglaterra del 86 o el de Messi contra Bolivia del 2011. Me imaginaba viendo el gol en Youtube y a "la pulga" regateándose a toda Bolivia. Luego me veia a mi mismo de vuelta en España diciendo que ese mismo día yo estuve allí, no en el partido, si no en la misma ciudad... no me gustaba mucho la idea.

La entrada costaba 480 pesos, unos 80€. No era muy barata pero nunca me he arrepentido por gastarme el dinero en ir a un espectáculo y sí muchas veces de no haber ido. Así que compré la entrada en el ticketek desde internet.

No andaba bien de tiempo y tenía que ir a recogerla al barrio de Palermo, llegué sobre las dos, el partido empezaba a las cinco y a las tres y media habíamos quedado para ir todos juntos al campo. Nada más llegar a la tienda me di cuenta de que había una cola que iba paralela a toda la manzana. Mierda.
Resulta que solo había una persona para darles las entradas a todo el mundo que las había comprado por internet. Un suizo ante tal falta de previsión se habría sacado los ojos delante de la ventanilla.Lo cierto es que la gente se lo tomó con bastante calma y solo a eso de las cuatro y media se oyó algún "dale vieeeeeeeejo que empiesa el partido" Yo pensé que iba a haber cuchilladas.

A las cinco menos cuarto ya tenía mi entrada. En un cuarto de hora empezaba el partido. Era gracioso ver a los reventas haciendo como que hablaban entre ellos diciendo "ya sabés como es, flaco, entre que salen del túnel y se hasen las fotos hasta y media no empiesan" para ver si conseguían que alguien les comprara la entrada.

Con resignación paré a un taxi, me vio la entrada y me dijo "a la cancha no voy". Toda la ciudad estaba cortada en torno al estadio. Los taxis no querían acercarse.

Partiendome de risa por no llorar me metí en el metro y me reconfortó ver a algunos con la camiseta de Argentina que iban para allá también. Eramos compañeros en la desgracia.

En el metro la linea se quedó parada durante diez minutos con todo a oscuras, una estación antes de llegar, les falto poner risas en el altavoz del vagón.

Media hora más tarde llegaba al estadio, relajado, como el que sabe que lo van a ahorcar haga lo que haga. Me paré delante de un puesto de comida que asaban chorizos y antes de entrar le dije al tipo que me preparara un choripán.

Me lo comí mientras miraba al estadio desde fuera y subitamente oí los gritos de la gente...

...¿Habría Messi marcado ya su gol?